¡Ay que ver qué mal sienta enfadarse! De repente todo parece dar vueltas y tienes ganas de romper todo lo que se te ponga por delante. Afortunadamente, después de la tempestad viene la calma, te das cuenta que lo que ha pasado no es tan grave y que no merece la pena llevarse un disgusto. Es lo que le pasa a Fernando cuando su mamá le manda marchar a la cama. Seguro que te resulta familiar leer esta historia.

Una noche, la madre de Fernando le prohíbe quedarse
despierto viendo la televisión. Se desata entonces en el niño una
energía furiosa que no conoce límites: arrasa con la casa, la calle y la
ciudad, destruyendo el planeta entero. Un libro humorístico que se
atreve a enfocar un tema original: la furia que siente un niño cuando no
puede cumplir sus deseos.
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